EN ESPAÑOL:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
V. Señor, ábreme los labios.
R/. Y mi boca proclamará tu alabanza.
N. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA DECENA
Se procede del siguiente modo: en primer lugar, dicen todos la deprecación Santo Dios, Santo fuerte...; después, como de costumbre, alternan la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) y los demás; a continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) A Ti la labanza y respondiendo todos: Santo Santo Santo...; al terminar se añade Gloria al Padre...
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten misericordia de nosotros.
Padre nuestro.
V. A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los siglos, ioh Trinidad Beatísima!
R/. Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
N. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Las otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Sanctus Deus, etc. Al terminar la última decena, todos dicen la siguiente:
ANTÍFONA
A ti Dios Padre no engendrado, a ti Hijo unigénito, a ti Espíritu Santo Paráclito, santa e indivisa Trinidad, con todas las fuerzas de nuestro corazón y de nuestra voz, te reconocemos, alabamos y bendecimos; gloria a ti por los siglos de los siglos.
V. Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.
ORACIÓN
Oh Dios todopoderoso y eterno, que con la luz de la verdadera fe diste a tus siervos conocer la gloria de la Trinidad eterna, y adorar la Unidad en el poder de tu majestad: haz, te suplicamos, que, por la firmeza de esa misma fe, seamos defendidos siempre de toda adversidad. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.
Terminada la oración, todos añaden:
Líbranos, sálvanos, vivifícanos, ¡oh Trinidad Beatísima!
EN LATÍN:
In nómine Patris et Filii et Spíritus Sancti. Amen.
V. Dómine, lábia mea apéries.
R/. Et os meum annuntiábit láudem tuam.
V. Deus, in adiutórium meum inténde.
R. Dómine, ad adiuvándum me festína.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sáecula sæculórum. Amen.
PRIMA DECAS
Se procede del siguiente modo: en primer lugar, dicen todos la deprecación Sanctus Deus; después, como de costumbre, alternan la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) y los demás; a continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) Tibi laus y respondiendo todos: Sanctus; al terminar se añade Glória Patri.
Sanctus Deus, Sanctus fortis, Sanctus immortális, miserére nobis.
Pater noster.
V. Tibi laus, Tibi glória, Tibi gratiárum áctio in sáecula sempitérna, o Beáta Trínitas!
R/. Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus exercítuum. Pleni sunt caeli et terra glória tua.
V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sáecula sæculórum. Amen.
Las otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Sanctus Deus, etc. Al terminar la última decena, todos dicen la siguiente:
ANTÍPHONA
Te Deum Patrem ingénitum, te Filium unigénitum, te Spiritum Sanctum Paráclitum, sanctam et indivíduam Trinitátem, toto corde et ore confitémur, laudámus atque benedícimus: tibi glória in sáecula.
V. Benedicámus Patrem, et Fílium cum Sancto Spíritu.
R. Laudémus et superexaltémus eum in sáecula.
ORÉMUS
Omnípotens sempitérne Deus, qui dedísti fámulis tuis, in confessióne verae fídei, ætérna Trinitátis glóriam agnóscere, et in poténtia maiestátis adoráre unitátem: quasumus; ut, eiusdem fidei firmitáte, ab ómnibus semper muniámur adversis. Per Christum Dóminum nostrum. R/. Amen.
Terminada la oración, todos añaden:
Líbera nos, salva nos, vivífica nos, o Beáta Trínitas!


